El tenista Andy Roddick, N° 12 del mundo, dijo que el tenis estadounidense se ha convertido en víctima de sus propios éxitos y le restó importancia a la ausencia de jugadores de su país en el top-ten, tanto masculino como femenino.
"Creo que somos en cierta manera unas víctimas de nuestros propios éxitos en estos años pasados. Si se nos pone frente a otros países, todavía sobresalimos", dijo Roddick en una rueda de prensa al ser preguntado sobre la situación que atraviesa el tenis en su país.
El estadounidense perdió frente al francés Gilles Simon por 6-3 y 6-3 en la primera ronda del Masters 1000 de Roma, la última gran cita antes de Roland Garros.
Una derrota que achacó a la mayor movilidad de su rival sobre la arcilla, superficie en la que, dijo, "es más importante el movimiento que la fuerza y la energía en los golpes".
"Se convirtió en una batalla, golpear la bola en movimiento. Llegué tarde en varias ocasiones", comentó sobre el partido.
A pesar de que no es su superficie favorita, consideró que la preparación sobre arcilla le beneficia a la hora de afrontar otro tipo de pistas.
"Mis pies funcionan mejor cuando finalmente llego a la hierba. nadie puede jugar sólo en las superficies que más le gustan", explicó.
Roddick, que también compite en el cuadro de dobles del torneo italiano, tuvo palabras de elogio para el serbio Novak Djokovic, ganador del último Masters 1000 de Madrid y el más firme candidato a destronar al español Rafael Nadal del N° 1 de la ATP.
El serbio lleva una racha de 32 victorias en otros tantos encuentros en esta temporada, 34-0 si se suman las dos últimas victorias de la final de la Copa Davis en 2010.
"Es increíble lo que ha conseguido este año", dijo Roddick, "está jugando un tenis muy seguro y su mente está en el sitio adecuado, así que será interesante ver cómo se desarrolla el resto de la temporada", añadió.
El estadounidense aseguró que se siente bien físicamente y esperó poder mejorar sus resultados en tierra batida en el torneo de Niza, en el que participará a partir de la próxima semana de cara a la preparación para Roland Garros.